Por Irene García Cervera
Si observamos, nuestra comida y la forma de cocinarla varían de acuerdo a las estaciones, si hace más frío, más calor, más humedad, etc.
En las estaciones más cálidas (yang) tomamos más comidas más frescas (yin): ensaladas, zumos, frutas. Esto es debido a que al estar en una estación en la que hace calor, el cuerpo necesita refrescarse. Es algo intuitivo, todos lo hacemos sin pensar.
¿Qué ocurre en las estaciones frías? Obviamente sucede lo contrario. Cuando hace frío necesitamos calentar el cuerpo tomando caldos, sopas y cremas calientes, estofados, etc.
También es importante tomar alimentos locales y de la estación. El consumo de alimentos que no son de la estación no tiene mucho sentido. Imaginemos tomar sandía en enero. La sandía es un alimento que refresca con lo que nos enfriaríamos con mucha facilidad.
Si echamos un vistazo a la naturaleza vemos como ésta nos da un tipo de verduras en invierno (coles, calabazas, zanahorias, nabos) y otras en verano (pepinos, calabacines, etc.). Podemos observar también como en otoño y en invierno hay poca fruta y en primavera y verano, la tierra nos llena de ella. La naturaleza es sabia y nos da lo que necesitamos consumir en cada época.
El consumo de aceite, sal y de frutos secos también aumenta en invierno. El aceite y los frutos secos nos dan un aporte calórico extra. Funciona muy bien sobre todo cuando no tomamos carnes. La sal contrae en cuerpo y evita que perdamos calor y energía.
Veo con mucha frecuencia personas que para perder peso toman mucha ensalada cruda en estaciones frías y lo que sucede es que siempre tienen frío y se les ve demacrados y sin energía. El fuego nos da calor y energía con lo cual es necesario utilizarlo cuando la naturaleza no nos lo ofrece.
Para resumir, en invierno, para estar bien alimentados a nivel nutricional y además también estarlo a nivel energético, debemos consumir los siguientes alimentos: cereales integrales, legumbres y derivados, pescado, verduras, algas, frutas, semillas, frutos secos. Las frutas y las verduras preferiblemente cocinadas para que no nos enfríen.
Si no lo hacéis os invito a que ahora que ha empezado el frío optéis por tomar potajes, guisados, estofados y recuperar la llamada “cocina de la abuela”.
Os dejo esta deliciosa y sencilla receta con la que calentaréis vuestro cuerpo y deleitaréis vuestro paladar
GARBANZOS CON CALABAZA
Ingredientes: 1 vaso de garbanzos, alga kombu (un trozo del tamaño de un sello), 1 cebolla, ¼ de calabaza, cominos, sal, aceite
Elaboración:
- Dejar los garbanzos a remojo toda la noche con un trozo de alga kombu (tamaño aproximadamente de un sello)
- Tirar el agua de remojo, añadir agua nueva y cocer los garbanzos con el alga kombu durante 45 minutos en olla exprés normal (el tiempo dependerá del tipo de olla)
- Cortar la cebolla en medias lunas y saltear con aceite y una pizca de sal hasta que la cebolla esté transparente, añadir la calabaza cortada en cubos grandes y saltear unos minutos más
- Anadir a los garbanzos junto con el salteado de cebolla y calabaza y caldo de la cocción de los garbanzos, añadir sal y cominos al gusto y cocer juntos durante 20 minutos. Rectificar de sal si fuera necesario
¡Y listo para saborear este exquisito plato!
Irene García Cervera (Bióloga, profesora y consultora Macrobiótica)
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